Tras unas semanas un poco más distanciados del día a día de los mercados por diferentes razones, retomamos nuestro análisis habitual. La situación esencialmente no ha cambiado. Los mercados se encuentran en un momento bajista de medio plazo y han abortado el primer intento serio de rebote.
Actualmente nos encontramos en una situación de debilidad extrema y con lecturas muy negativas en las encuestas habituales de sentimiento que quizá podrían permitir algún que otro rebote en los próximos días, aunque el objetivo final parece ser el de probar de nuevo los mínimos que los mercados vieron durante el mes de Enero.
La semana ha seguido con la lectura habitual de las últimas noticias macroeconómicas. Todas negativas y mostrando extremos cercanos a la recesión. Por ejemplo, el índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan del pasado viernes publicó el peor dato desde 1992. Sin comentarios. La situación actual es muy delicada.
La clave del momento actual la debemos buscar en la confianza del mercado sobre las empresas conocidas como monolines o aseguradoras de bonos y en la evolución del índice iTraxx Crossover que mide el coste de las primas de aseguramiento de los bonos de baja calidad. Las primeras tienen puesta en cuarentena su futura viabilidad. Ambac y MBIA bajaban el viernes más de un 6 % mientras que FIG, la tercera mayor, recibiera una bajada de rating por parte de Moody´s. El índice iTraxx sigue batiendo records y sigue en zona de máximos históricos.
La única medida de alivio durante la semana se produjo cuando el mercado recibió la propuesta de Warren Buffet para hacerse cargo de una parte de los riesgos de las empresas monolines, pero claro, eligiendo solo los representados por bonos municipales. Lo que en un principio, provocó un rebote inicial para los mercados, acabó por confirmar las bajadas al no poder asumir, las citadas empresas, la ventajista oferta del inversor y reconocer el mercado en su conjunto la preocupación real por la evolución de este tipo de empresas.
Las entidades financieras han dejado de controlar sus riesgos en los últimos años y la solución no parece que pueda ser simple. Tendrán que digerirse los efectos y construir nuevos y sólidos argumentos. Actualmente se plantean seriamente algunas entidades, incluso paralizar financiaciones a operaciones de adquisiciones y fusiones pendientes para no aumentar sus riesgos. Y sin el sector financiero apoyando, no nos podemos creer ningún intento serio de rebote en ninguno de los mercados cotizados.
En conclusión, momentos de duda sobre la dirección que a corto plazo van a tomar las bolsas porque caben ambas posibilidades. La debilidad es extrema pero ante tanta negatividad creemos que sería posible algún tipo de rebote alcista a corto plazo. De momento, seguimos recomendando mucha prudencia y gestión profesional de los activos.
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