Rozando la lona. Así han acabado la semana, la mayoría de los índices bursátiles, tras la espectacular subida del petróleo hasta rozar los 139 USD y las últimas declaraciones del señor Trichet, responsable del Banco Central Europeo (BCE), sobre la idea de subir los tipos de interés.
Tras el susto del BCE, los mercados bursátiles europeos, se han quedado en solo dos jornadas, sin margen de cesión; porque cualquier cesión aceleraría las energías bajistas y cambiaría totalmente el escenario que manejábamos durante las últimas semanas, de tener un cierto suelo para el medio plazo y que nos faltaba un tramo al alza.
Ahora mismo, desde Europa, solo nos queda esperar que los mercados americanos estén en lo cierto, para el cortísimo plazo y se produzca un cierto rebote justificado por la sobreventa actual pero gravándonos la idea de asistir exclusivamente a un rebote antes de continuar el proceso bajista. La situación económica global está muy tocada y en estos momentos tiene pocos resquicios a los que agarrarse. Esencialmente porque el oxígeno del sistema que proveen las entidades financieras está en el mínimo y con tendencia a reducirse, mientras pagan los excesos cometidos.
Si a esto le añadimos, el crecimiento estable de los precios de las materias primas por incrementos potenciales en la demanda acompañados por una oferta reduciéndose, que agravan los peligros inflacionarios. Se presenta un complicado cóctel, difícil de digerir. Morgan Stanley ha fijado un precio objetivo de 150 USD para el petróleo en la primera semana de Julio.
La peor noticia que suele sacudir a cualquier economía es la de enfrentarse a un periodo de estanflación, es decir, crecimiento casi nulo o incluso negativo acompañado por una inflación descontrolada. Tenemos el ejemplo de Japón en los años 90. Lo malo de estos procesos, es que no se suelen reconocer ni se toman medidas acordes hasta que no se ha permanecido un buen periodo dentro de ellos.
En cuanto al mercado nacional, tenemos aún más debilidad que en Europa. Todos estos problemas aumentan al aplicarse en nuestra economía, dado el esquema de crecimiento de los últimos años, y especialmente una posible subida de tipos de interés.
En conclusión, tras unas semanas que pensábamos se construía un suelo que nos iban a servir para calmar el resto del ejercicio, se puede poner en entredicho todo el esquema en muy pocas sesiones y retomar un mercado bajista cuya siguiente parada se sitúa en torno a un 15 % más abajo.
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