Y al final, nos hemos caído… Llevábamos un par de semanas comentando que parecía que nos enfrentábamos a un gran muro que de momento se ha considerado insalvable. Los 7.000 del Dax y los 15.000 del Ibex nos han negado el camino alcista y ahora toca mirar hacia abajo.
Si veníamos, en las últimas semanas, de ver transcurrir días pesadísimos, sin volumen ni volatilidad de precios durante esta semana ha sido todo lo contrario. En el mercado se han vivido días de pánico bajista, bloqueos informáticos, volúmenes estratosféricos y la volatilidad por las nubes. El mercado se ha convertido en un río revuelto y descontrolado donde se puede lograr pescar en unos minutos para todo el año o en esos mismos minutos quedarte hasta sin la mochila.
La bajada que empezó el martes y se fue acelerando por momentos se inició por bastantes motivos que se juntaron en el mismo día y que no vamos a repetir ahora pero el motivo principal y donde todos los operadores profesionales han puesto sus miradas ha sido en la cotización del yen frente al dólar en primer lugar y en la evolución de la Bolsa China en segundo lugar. De esta forma, cada vez que durante la semana, el yen ha cogido carrerilla y ha subido, las Bolsas mundiales han escogido automáticamente el camino de la bajada al entender que el proceso del carry trade se podría cortar o al menos frenar.
Esta es, bajo nuestro punto de vista, la verdadera razón del inicio de la bajada acompañada por el nivel de sobrecompra que había en todos los mercados y que antes o después había que corregir. Y eso que se ha intentado de todo para frenar la marcha de los mercados con mensajes tranquilizadores de la FED, medidas anticrash en el NYSE, declaraciones de las autoridades chinas... y las grandes noticias sobre los valores y sus grandes resultados que ahora se ignoran porque no son lo más importante.
El problema de todo el proceso es que los grandes inversores, las manos fuertes, llevaban meses saliéndose y ahora los que han quedado atrapados en su mayoría son los minoristas a los que les tiembla la mano a la hora de vender y asumir pérdidas o menores ganancias; con muchísima probabilidad de quedarse enganchados y convertirse en inversores a la fuerza de medio plazo.
Es en estos momentos donde por otro lado, a nosotros como asesores se nos valora más. Así, todos nuestros clientes, los que aún quedaban dentro de los mercados, pasaron a situación de liquidez o a fondos monetarios de todas sus inversiones, durante la mañana del mismo martes.
Ahora son momentos donde no hay que perder la tranquilidad porque las pérdidas te pueden caer en menos de lo que se puede llegar a pensar y cortarte las alas para el resto del ejercicio. Lo principal ahora es mantener el capital. Como muestra, el futuro del Ibex por ejemplo, se movió en los últimos 9 minutos de sesión de ayer viernes, unos 115 puntos hacia abajo y dentro de esos 9 minutos, en los últimos 3 minutos, 45 puntos hacia arriba. El futuro del Dax, 24 puntos en los últimos 9 minutos … a eso de las 22 horas del viernes. De las acciones lo mismo y a veces peor por presentar horquillas de precios en ciertos momentos de hasta 1 euro entre oferta y demanda.
El pequeño inversor se queda vendido en estas situaciones porque sus posiciones y sus stops lucen en los diarios de órdenes y pantallas profesionales, se enseñan y son barridos una y otra vez por las manos fuertes (los leones) y sus programas automáticos de trading que se están dando una bacanal estos días. Cuando se sacien y se calmen, nos dejaran hueco para operar con cierto margen de seguridad.
No hay prisa. Los movimientos de esta semana auguran, una vez más, un año apasionante en los mercados porque con todo, no se ha perdido ningún soporte significativo de medio plazo y hay espacio suficiente tanto para seguir corrigiendo la fuerte subida que llevábamos como para lograr nuevos máximos. Hablamos de que el Ibex puede tocar la zona de 12.800 (corrección del 50 % de la subida anterior) y acabar el año perfectamente en torno a los 15.500 puntos. Buscar el punto donde van a hacer suelo los mercados es ahora muy difícil. De momento, esperamos grandes rebotes proporcionales a la bajada vertical sufrida antes de sentir las réplicas de las bajadas.
En Mavelo Asesores Financieros entramos todos los días al mercado para pulsar el ambiente; pero en la gestión de nuestros clientes solo nos rigen las máximas de controlar en todo momento su nivel de riesgo y maximizar su beneficio, no en un día o en una semana sino en el transcurso de todo un ejercicio anual.
Desde el lunes a primera hora de la mañana nos reincorporamos en directo a este apasionante mercado.
En fin, la próxima semana más y esperemos que bastante mejor. Las semanas son intensas y ahora a sumergirnos en el fin de semana e intentar desconectar de los mercados. Que también toca…
Hablamos…
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