Volvemos a recuperar el pulso tras la semana de pasión y la posterior resurrección que parece haber dado una esperanza a los mercados. Podemos apreciar que el sentimiento de casi todos los participantes ha llegado a un extremo de pesimismo y la presión vendedora ha descendido. Ahora mismo no hay demasiados inversores que quieran vender y se ha llegado a un extremo de pesimismo. Por ello, lo más probable es que haya llegado el momento de rebotar y que a corto plazo podamos considerar que tenemos un suelo.
Si bien no debemos perder de vista que los datos macros siguen siendo igual de negativos, que se empieza a reconocer la recesión y los políticos ya se atreven a reconocer la palabra “crisis” a ambos lados del Atlántico; pero a la vez, la Fed nos ha recordado en las últimas semanas que va a hacer todo lo posible para frenar los ánimos bajistas y demostrar una vez más la asimetría del mercado. El pasado día 18 volvió a reducir los tipos de interés en 75 puntos básicos, ha vuelto a inundar los mercados con manguerazos de liquidez y ha buscado soluciones para los problemas de Bear Stearns. El problema sucederá si el número de bancos de inversión con problemas se incrementa y ya hay muchos rumores en contra de Lehman Brothers y Merrill Lynch.
Respecto a los mercados bursátiles, tras el vencimiento de futuros de la semana pasada, se ha utilizado toda la semana para corregir en movimiento lateral y acumular energía antes de enfrentarse a las primeras resistencias decisivas. Los principales niveles que vigilamos son el 3.610 del Eurostoxx y el 1.360 del SP500. Antes de enfrentarlos creemos que los mercados europeos podrían aceptar todavía una limitada corrección proporcional que podríamos ver justo al inicio de la próxima semana antes de decidirse a romper esos primeros objetivos.
En nuestro análisis mantenemos una visión bajista para posiciones a medio plazo respaldada por la realidad de los precios pero a corto plazo si que hemos encontrado factores positivos para esperar un rebote de cierta entidad hasta entornos del 14.370 del Ibex 35, el 4.100 del Eurostoxx o el 1.460 del SP 500. Creemos que puede ser el momento de plantearse retornar al mercado, al menos con parte de la liquidez resguardada, con la idea de aprovechar la actual situación.
Actualmente el único peligro que se otea en el horizonte es que el giro del sentimiento hacia el lado alcista sea tan brusco que solo podamos apreciar un gran latigazo alcista que inmediatamente fuera respondido por una capitulación de esperanzas a la baja. Cuidado con correr tras los precios porque podríamos convertirnos en inversores de largo plazo casi sin enterarnos y perder la ventaja acumulada. No deberíamos olvidar que la situación estructural no ha variado ni lo va a hacer de un día para otro y las crisis de confianza y de excesos tanto en el sistema financiero como en el mercado inmobiliario tardarán bastante tiempo en ser saneadas y reapuntaladas.
En conclusión, llegamos a días y semanas de posibles movimientos bruscos en los mercados en ambos sentidos en las que reaparecen las oportunidades de realizar alguna operación a corto plazo. De todas formas, deberíamos estar muy atentos porque los nervios pueden reaparecer en cualquier momento.
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